Guillermo Vega 23 SEP 2019 - 07:33 CEST
Vigilar a sus ciudadanos con inteligencia artificial no es algo exclusivamente chino. Un informe cifra en al menos 75 los países que están utilizando activamente herramientas de IA como el reconocimiento facial para la vigilancia. España está ente ellos.
Uno oye vigilancia mediante inteligencia artificial y piensa en China. Las recientes protestas en Hong Kong son buena muestra de ello. El uso de esta tecnología (Gran Hermano, según el tópico) es sin embargo un asunto cada vez más global y cada vez más países siguen la estela china en el despliegue de inteligencia artificial para rastrear a los ciudadanos, según un informe del grupo de investigación Carnegie Endowment for International Peace.
La organización cifra en al menos 75 los países que están utilizando activamente herramientas de IA como el reconocimiento facial para la vigilancia. España está ente ellos, así como Estados Unidos o aliados como Francia o Alemania.
Carnegie Endowment for International Peace es un think tank con sede en Washington D.C. creado en 1910 por el filántropo y empresario Andrew Carnegie. Es el editor de la prestigiosa revista Foreign Policy. CEIP se ha basado en registros públicos e informes de los medios en 176 países para llevar a cabo su investigación, y recalca que no realiza distinción alguna entre usos legítimos e ilegítimos de la inteligencia artificial.
La institución se plantea estas preguntas.
¿Qué países están adoptando tecnología de vigilancia basada en IA?
¿Qué tipos específicos de tecnología de vigilancia basada en IA están desplegando los gobiernos?
¿Qué países están desplegando esta tecnología?
En el caso de España, CEIP detecta que el país usa tanto tecnología china y de EE UU en ámbitos como el reconocimiento facial, vigilancia inteligente y en seguridad de las ciudades. “Resulta cuántos casos de estudio de vigilancia en municipios de Alemania, Italia, Holanda y España se citan en la página web de Huawei”, asegura el informe.
La compañía china, de hecho, es uno de los principales proveedores de tecnología de inteligencia artificial del Estado español, junto con las españolas Herta Security y SICE y la estadounidense IBM.
A nivel global, el informe sostiene que son las chinas lideradas por Huawei y Hikvision las que están suministrando gran parte de la tecnología de vigilancia de IA a países de todo el mundo. Otras compañías, como NEC de Japón, además de IBM, Palantir y Cisco de EE UU. Ninguna de estas compañías ha querido comentar el informe con la agencia Associated Press.
Porque introducir inteligencia artificial para vigilar a los ciudadanos no es exclusiva de regímenes autoritarios o semiautoritarios. De hecho, las democracias liberales como la española son los principales usuarios de la vigilancia de la IA. El 51% de estos países implementan sistemas de vigilancia de IA.
Preguntas
"Espero que los ciudadanos hagan preguntas más difíciles sobre cómo se usa este tipo de tecnología y qué tipo de impactos tendrá", asegura el autor del informe, Steven Feldstein, miembro de Carnegie Endowment y profesor asociado en la Universidad Estatal de Boise.
Muchos de los proyectos citados en el informe de Feldstein son sistemas de "ciudades inteligentes" en los que un gobierno municipal instala una serie de sensores, cámaras y otros dispositivos conectados a Internet para recopilar información y comunicarse entre sí. Estos sistemas se suelen usar para administrar el tráfico o ahorrar energía, pero que también tienen utilidades en tareas de vigilancia y seguridad públicas, sostiene el propio científico.
El caso chino
Evidentemente, China es el líder absoluto en este sentido, y cuenta no solo con las citadas Huawei y Hikvision, sino con otras muchas compañías de menor tamaño que cuentan con algoritmos capaces de detectar rostros y enviar la información al instante a la policía. Es el caso de Dragonfly Eye, el algoritmo de inteligencia artificial (IA) que la empresa china Yitu ha desarrollado para detectar a malhechores a través de un sofisticado sistema de reconocimiento facial. “La IA es una revolución mayor y más rápida que la industrial”, aseguró recientemente a EL PAÍS Retina el cofundador de Yitu, Zhu Long. “La gente está enfrascada en un debate sobre si es algo real o una burbuja, pero los avances en reconocimiento facial confirman su enorme potencial”.